lunes, noviembre 27, 2006

Recordar

Recordar, del latín recordis, volver a pasar por el corazón.
Eduardo Galeano

Los viajes al jardín Pelusita en la motocicleta de mi dady. Las gotitas de amor que venían en tarrito de lata. Los chicles cowboy de menta que me compraba mi abuela. Los yogures firmes de vainilla que los comía poniendole azucar arriba en la casa de mis abuelos. Los ojos de mi abuelo. El uniforme de la secundaria, con corbata. Mi flequillo que peinaba con secador, inclusive antes de los partidos de voley. Charlas interminables para arreglar el mundo, o al menos nuestras vidas. Las idas al trabajo después de la facultad. Los chicles jirafa que empezaba comiendo un pedacito y me terminaba comiendo enteros! Los caramelos hechos de azúcar. Las poesias. Las agendas viejas. Los diarios intimos. Las anotaciones al margen. Las frases en cualquier resumen. Las horas interminables de estudio. El color de las hojas en otoño. La arena. El mar. El sabor de los chocolates. Los lapices de colores al oleo. El intercambio de papeles de carta. El elástico. La soga. La rayuela. Las escondidas. El policia y el ladrón. Mi barrio de niña. Los carnavales. La quema del muñeo de fin de año. El árbol de palta de la casa vieja. La autopista. Las fotos viejas. Las palabras dichas... las tardes de teatro, las noches de ensayo. Los estrenos. Las reincidencias ... Los entrenamientos. Los metros nadados.

3 comentarios:

Maria Ines dijo...

¡Hermoso!
Simplemente hermoso

Un beso

Maria Ines dijo...

Hermoso, simplemente ¡Hermoso!

Unknown dijo...

No todo está perdido
Como dicen por ahí todo pasa y todo queda.
Algunas pasaron y quedan en tu memoria. Otras están al alcance de la mano. Solo tenés que salir a buscarlas.