Me pregunto cuándo empezó esto de que nada me alcanza, de que nada me viene bien, de que nada es como yo quiero. Siempre fui muy perfeccionista y autoexigente pero ahora estoy tocando un límite que da hacía el precipicio. Estoy a punto de caer. Al borde, una linea entre aca y la caída. Hacía el acatombe. Soy una queja constante. Me levanto y ya me estoy quejando que tengo que ir a trabajar. No tengo ni ganas de vestirme para ir a trabajar ... no le encuentro sentido. Llego al trabajo y ya estoy quejandome por qué no me gusta mi trabajo. ¿Qué sentido tiene hacer algo que nadie mira? ¿Qué sentido tiene estar en un lugar en el cuál no saben si estas bien, mal, viva o muerta? Llega el momento de la salida. Tendría que estar contenta, un poco pero viene el mal humor por que tengo que viajar dos horas en colectivo, siempre rajando, siempre viendo si llego, y cuando llego ni ganas de hacer lo que tenía que hacer. Es un circulo vicioso del que no puedo salir. ¿Y que hago? La gente me quiere y me aconseja relajate, suena hermoso, pero es como inusable en este momento. Es como darte anticonceptivos cuando te duele la cabeza. ¿Que tiene que ver? Obvio que me dicen que me relaje para que no exploté. A ver si no los salpico y se manchan. Que desubicada yo también. Acudo a mi pscicologa que me dice que lo vamos a tratar, pero de una semana a otra yo tengo que seguir viviendo con esto. Quiero la pastillita rosa que me da la felicidad. ¿Cómo vivo con esto? ¿Cómo puedo vivir con otra persona si ni yo me aguanto a mi misma?. Quisiera poder salir y dejarla ahí, a ver si se da cuenta y reacciona. Pero por otro lado me da pena, pobre, no sabe lo que le pasa, no sabe lo que quiere. En realidad yo se que sabe lo que quiere pero no lo puede tener. Y esta es la consecuencia de ese no poder tener lo que quiere. Esta acostumbra a lograr lo que quiere, como quiere, y con los plazos que ella establece, y esta vez no es así. Es la vida adulta. Bienvenida. Ojala la disfrutes.