martes, abril 01, 2008

Los otros y el resto

Cuando uno es chico, quizá la mejor palabra sería adolescente, siente que parecerse al montón es lo mejor. Al menos es un problema menos de la adolescencia. Vestir como los otros, parecerse físicamente a los demás, y hacer obviamente lo que todos hacen. La uniformidad es la regla. Y yo era la excepción que no la cumplia. En ese momento no me molestaba ser distinta, mis padres eran conscientes de las diferencias y me hablaban mucho y explicaban. No todos tenemos que ser iguales. Si no te gusta hacer lo que ellos hacen hace otra cosa. ¿Que te gusta hacer a vos? Y así fueron haciendome descubrir lo que me gusta hacer. No me molestaba que me digan rara por no ir a los boliches, por ir al cine, por vivir haciendo deporte, por coleccionar lapices y otras cosas y por querer estar en mi casa. Había que usar jeans, y a mi no me gustaban ...

Hoy ya soy "grande" y no debería estar preocupandome por eso. Pero tengo los días en que sigo pensando. Hay días en que no me preocupa ser la excepción. Tengo amigos, familia y pareja que me acepta así. Otros días siento que sería más fácil ser como los otros. No pensar tanto ...

Hay días que desearía ser como el resto.

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